Hábitos de las personas exitosas que las diferencian del resto
- Juan Rauseo
- 22 jul 2016
- 3 Min. de lectura
No podemos negar que a veces solemos preguntarnos, ¿qué es lo que destaca a los vencedores?, ¿por qué algunas personas alcanzan alturas envidiables en tanto que otros caen estrepitosamente?, ¿por qué tiene tanto éxito esa mujer/hombre? La verdad es que algunas personas parecen alcanzar cosas increíbles a pesar de lo difíciles que parezcan.
Encontraron formas ingeniosas de aumentar las ganancias de su casa a pesar de la amenaza económica. Ganaron un título universitario mientras criaban dos hijos siendo padres que no tenían a más nadie que les ayudara. Descubrieron extraordinarias oportunidades de negocio mientras sus colegas seguían buscando sin hallar, o quizás, ganaron premio tras premio en su organización a pesar de lo que parecía una anémica labor de equipo. No importa la clase de trabajo que hagan. Dondequiera que estén, pareciera que con su sola presencia puede hacer realidad cualquiera cosa.
Para decirlo en forma transparente, yo sé solo de un factor que separa a los que se distinguen en forma consistente de los que no. La diferencia entre la gente exitosa son sus hábitos. Por eso, y partiendo de la premisa de que ¡todos podemos tener éxito!, dejo algunas prácticas que pueden ayudarte a evaluar de qué lado estás. Y, si no lo estás haciendo en este momento, siempre se puede empezar de nuevo. Sigue leyendo:
Practicar ejercicio. La actividad física te brinda dinamismo, vitalidad, productivo, salud, energía, resistencia y autoestima. Si quieres ser una persona exitosa debes tener todas estas características y creo firmemente que iniciar una actividad deportiva puede ser el punto de partida para lograrlo.
Gestionar bien el tiempo. Distribuir correctamente las responsabilidades es un reto, posible. Todos tenemos la misma cantidad de tiempo, solo debemos saber qué, cómo y cuándo hacer las tareas.
Educarse continuamente. El aprendizaje y la formación es la mayor inversión que no caduca. El conocimiento es poder.
Mejora constante. Solo nosotros debemos analizarnos y detectar cuáles son nuestras oportunidades de mejora. No escuches a otros, tú lo sabes. Solo debes identificar y tomar acción.
Foco hasta llegar a la meta. ¡No te rindas! Lograr las metas tiene que ver mucho con la concentración, establecer herramientas y caminos y mantenerse. Todo esto se traduce en ser efectivo.
Nutrir mente, cuerpo y espíritu. Bríndate a ti mismo momentos de placer, resguardo, seguridad, rodearnos de personas afines a nuestros pensamientos y propósitos. Esto siempre es necesario. No todo es trabajo.
Relajarse y descansar. Hay que buscar el equilibrio para generar armonía, esto nos convertirá en triunfadores, pues las mentes cansadas no logran visualizar ni conceptualizar buenas ideas. La medida justa de todo, esa es clave.

Ser exitoso no es sencillo, se necesita de muchísimo para llegar allí. La cosa es que solo depende de ti, por eso se debe comenzar desde uno mismo. Sin embargo, no hay que confundirnos, no hay que tomar caminos errados; establecer la meta es lo más importante. Pues quien no sabe a dónde va, no sabe qué camino tomar.
Todos hemos tenido miedo a fracasar, tomar nuevos caminos, no entender cómo ponerle una sonrisa a los tiempos difíciles, le echamos la culpa a los problemas, y le damos demasiada importancia a nuestras preocupaciones. ¡Respira! Y recuerda, todo es posible si trabajamos para ello, si tomamos el miedo como impulso podremos avanzar. Al final, fracaso es aprendizaje y nadie es exitoso sin fracasar alguna vez.
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