¿Ilusionarse o resignarse? ante una situación que nos disgusta.
- Juan Rauseo
- 19 sept 2016
- 2 Min. de lectura
Aceptar lo que no podemos cambiar es la fórmula que nos permite continuar con nuestra vida, seguir adelante con nuestros objetivos y nuestras metas; esto no tiene nada que ver con eludir cualquier responsabilidad.
Para explicarme mejor les hago esta pregunta:
-¿Qué es lo que no te gusta?
Encuentra esa cosa, esa situación, ese obstáculo que te preocupa y que te impide seguir con tu objetivo de vida. Ahora piensa: ¿Está en tus manos cambiarlo? ¿Puedes hacer algo para modificar esa situación que no te gusta?
Si la respuesta es SÍ, pues Sigue adelante, trabaja para modificar esa situación, pon todo tu esfuerzo hasta que consigas cambiarla.
Si tu respuesta es NO, entonces no pierdas ni un minuto en luchar contra esa situación. Admite que no puedes cambiarla y modifica tu actitud dirigiendo tu acción hacia nuevos objetivos, sigue con tu camino, ábrete a nuevas posibilidades.
Para explicarme un poco, les dejo este ejemplo: has preparado durante meses una carrera, ese día el pronóstico del clima cambia y ya no son las condiciones ideales para romper tu marca personal, ¿puedes cambiar el efecto meteorológico? NO, lo que si puedes cambiar, es tu estrategia de carrera, estar consciente que no vas a hacer tu mejor marca pero si vas a dar tu mejor desempeño en llegar a la meta; en cambio si no aceptas que el clima te puede afectar y mantienes la estrategia inicial, puedes que te fundas en el camino, que no llegues a la meta y pues allí estará para ti la frustración, la rabia y demás sentimientos que te embargarán ese día.
Hay cosas que no está en nuestras manos cambiar, pero debemos seguir trabajando para llegar a dónde queremos. Esto es aceptar, esto es ¡ILUSIONARSE! Cuando aceptamos, analizamos y adoptamos una actitud de acción y nos planteamos las posibilidades de hacerle frente y como hemos visto que no depende de nosotros buscamos nuevas y mejores alternativas para alcanzar nuestros objetivos.
En cambio cuando nos resignamos, allí si estamos eludiendo nuestra responsabilidad y caemos en la actitud apática y pasiva, no vemos salidas si no problemas, incluso hasta las posibilidades que tenemos de actuar nos desagrada y simplemente bajas los brazos, te dejas llevar, te rindes y además sueles quejarte.
Ilusiónate, no intentes cambiar situaciones que están fuera de tu área de responsabilidad. Yo me ilusiono y estoy casi seguro que tú también lo harás, la clave está en aceptar que hay cosas que no dependen de ti y ser conscientes que podemos cambiar nuestra actitud ante ellas.
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